La pandemia abrió camino para la telemedicina, y ahora está aquí para quedarse
La industria de la telemedicina ya se estaba embarcando en un aumento vertiginoso a principios de 2020, mucho antes de los primeros signos de COVID-19. Una vez que golpeó la pandemia y ahora un año después, esos números han aumentado constantemente y no muestran signos de desaceleración. Los desafíos impulsados
La pandemia trajo la atención virtual a la corriente principal y, como resultado, se ha convertido en un componente indispensable de la infraestructura de atención en todo el país. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informaron un aumento del 154% en las visitas de telesalud durante la última semana de marzo de 2020, en comparación con el mismo período de 2019.
Según la Asociación Médica Estadounidense, la adopción de la atención virtual ha experimentado un aumento, y durante el último año también se agregaron muchos servicios nuevos a la lista de telesalud de Medicare. El desafío aquí es mantener este impulso y garantizar que estos servicios permanezcan disponibles para todos a largo plazo, y levantar permanentemente las restricciones geográficas y del lugar de servicio que podrían impedir el servicio a nivel nacional y en el hogar para los pacientes.
El mayor atractivo de la telesalud es que ofrece a los pacientes un mayor conjunto de opciones. La atención virtual permite a los pacientes tener un mayor control de su atención médica y sus elecciones, así como la oportunidad de considerar alternativas a la forma en que interactúan con los profesionales de la salud, ya sea en persona, por teléfono o virtual. Particularmente para quienes viven en áreas rurales y remotas, el mayor beneficio de la telemedicina es la accesibilidad, y eso es indispensable.
La palabra clave de accesibilidad es lo que todo paciente anhela cuando se enfrenta a un problema médico. Ya sea que sea potencialmente mortal, algo para monitorear o simplemente requiera medidas preventivas, la tecnología ha facilitado la integración de la atención virtual y la salud móvil que conduce a mejores resultados. Por ejemplo, los dispositivos que los pacientes pueden usar para rastrear sus signos vitales y transmitir esos datos a un proveedor de atención médica ayudan a controlar las condiciones de salud para reducir la necesidad de que los pacientes tengan que realizar una visita en persona. Y el uso de aplicaciones de salud móviles también ha producido el mismo efecto. Un informe reciente de la Universidad Carnegie Mellon y la Universidad de Nueva York descubrió que los usuarios de aplicaciones de salud móviles podían regular su comportamiento de salud de manera más efectiva, aliviando así la carga sobre el sistema de atención médica y ayudando al paciente a sentirse en control.
En cuanto a la innovación, la inteligencia artificial (IA) ya ha tenido un impacto significativo y se espera que aporte nuevas capacidades en los próximos años. La IA tiene el potencial de mejorar la experiencia del paciente al mejorar los diagnósticos, el monitoreo de datos de las condiciones de salud e incluso proporcionar recordatorios para la medicación. En última instancia, la IA tiene la capacidad de brindar a los pacientes la capacidad de administrar mejor su salud para obtener mejores resultados.
El COVID-19 aceleró la adopción de la atención médica digital. Con la mayoría de las visitas de atención en persona suspendidas, el uso de los servicios de atención virtual se disparó durante la crisis. Casi de la noche a la mañana, la atención médica digital se convirtió en una parte fundamental de la nueva normalidad, y tanto los pacientes como los proveedores de atención médica se vieron obligados a adoptar rápidamente. Si bien es evidente que estas nuevas normas y prácticas llegaron para quedarse, hay asuntos que abordar para lograr una experiencia del paciente más fluida y completa, pero los beneficios superan los desafíos.